¿Qué hay de cierto en el tema de las avionetas que evitan la lluvia?
El turismo de sol y playa es uno de los motores económicos de nuestro país. Los extranjeros visitan nuestro país principalmente para disfrutar del buen clima que hay, sobre todo en la costa mediterránea y las islas. Sin embargo, existe un sector de la población que detesta este tiempo tan seco, hablamos de los agricultores. La razón por la que desean un tiempo más húmedo es porque sin las lluvias, las cosechas no son tan productivas y afecta directamente a su vida diaria, tanto profesional como personal.
La teoría de las avionetas antilluvia está cobrando cada vez más fuerza. Basta con que haya un día gris para que se escuche el ruido del motor de una de estas avionetas. Como por arte de magia, las nubes cambian de color y se tornan blancas, para desaparecer en los próximos minutos.
Este hecho es conocido como “la siembra de nubes”, descubierta por Benard Vonnegut, quien corroboró que el yoduro de playa podía llegar a romper los equilibrios internos de las nubes y así, modificar las precipitaciones.
Este tipo de avionetas se han utilizado por 40 países, aunque oficialmente se han realizado experimentos en Israel, Rusia, China y Australia. El funcionamiento es sencillo: La avioneta sobrevuela las nubes medias o altas y lanza el yoduro de plata. Los cristales de hielo que hay en estas nubes se incrementa por los choques y se convierten en gotas de lluvia. Su misión es que llueva en una zona concreta, evitando que lo haga en otro sitio.
Este yoduro de plata, cae junto a las gotas de agua, pero no es perjudicial ni tóxico para el ser humano, ya que la cantidad no es masiva. Los agricultores de muchos lugares de España, han denunciado esta práctica a la Guardia Civil, ya que aseguran que evitan las lluvias en gran medida.
Habrá que ver qué hay de cierto en este asunto y si estas denuncias son efectivas. Más allá del turismo de nuestro país, hay que mirar por un clima que favorezca las cosechas y que no perjudique al sector primario y por ende, al resto de ellos. Al fin y al cabo, no llueve a gusto de todos, pero es importante que no sea por culpa de las personas.