Desatascos de tuberias y desagues
Los atascos son habituales y sus causas muy diversas siendo la más común entre ellas la obturación por retención de celulosas, jabones, piedras y arena.
En el proceso no solo debe intentarse solucionar el problema en cuestión y conseguir que el desatasco este solucionado pudiendo circular el agua, sino que se debe intentar prevenir retirando mediante absorción todos los residuos acumulados y depositándolos en el camión cisterna para su transporte a vertederos autorizados.
En ocasiones, los arrastres de tierras que provocan las riadas, pueden llegar a dejar prácticamente cegados los pozos y colectores.
Es preciso desalojar primero el pozo, desplazando después las tierras de los tubos hasta el mismo, y mediante absorción introducirlas en la cuba del camión.
En esta operación el equipo trabaja simultáneamente, limpiando y desplazando las tierras, y absorbiéndolas a la cisterna.
Cuando el cliente llama para solicitar nuestros servicios, recogemos toda la información posible sobre las condiciones del trabajo, anchura de la calle, distancia de la entrada al problema (en la medida de lo posible), etc., de manera que la llegada al lugar y el comienzo del trabajo sea lo más rápido posible de manera que intentemos optimizar el tiempo al máximo.
Para el examen del trabajo, en un 90% de los casos el cliente ya habrá recibido la visita de un fontanero especializado que nos permite realizar un trabajo más fino dentro de nuestras posibilidades, pero si este no es el caso nuestros profesionales buscan la localización exacta de las tuberías, la dirección de las mismas y el problema que en ellas reside. Una vez localizado el emboce, se busca el sitio hueco más cercano al mismo para poder realizar un corte con una sierra o un taladro, en el caso de que las tuberías sean de PVC, a través del cual se insertará la manguera de ½’ para aplicar una presión de unos 60-80 Bar.
En los desatascos, la intervención siempre comienza por la localización de las arquetas o registros de la instalación. Una vez, localizadas las arquetas de recogidas de residuos, se intervendrá desde el registro que se encuentre más cercano al punto de emboce introduciendo la manguera en sentido contrario a la pendiente del desagüe, de forma que, según vaya entrando el agua a presión, esta vaya arrastrando la suciedad a la arqueta, y una vez llegue a la zona donde este el taponamiento de la tubería, sea expulsada por la propia canalización. Cuando la obturación se haya disuelto completamente, se extraerá la manguera, quedando limpia completamente.
Puede darse el caso, que no exista arqueta de registro en la instalación, en ese supuesto, la forma de actuar sería la siguiente: Habría que hacer una apertura en el garaje, lo más cercano a la arqueta existente, extrayendo con la ayuda del agua a presión los elementos que producen el taponamiento de la tubería, y una vez que se halle completamente libre de residuos, se colocará un registro para próximas intervenciones.