Sistema de alcantarillado

¿Por qué es tan importante un sistema de alcantarillado?

En la época en la que vivimos, estamos acostumbrados a tener ciertos servicios básicos que hace décadas o siglos eran impensables. El alcantarillado es uno de estos servicios, un sistema totalmente integrado en todas las ciudades de España y en la gran parte de la población rural, de forma que disfrutamos de él sin ser conscientes de la gran importancia que tienen para nuestro bienestar.

Hay que tener en cuenta que, a pesar de que los primeros sistemas de alcantarillado se cree que existían incluso en regiones como la India en los años 3.000 a.C, no fue hasta 1843 cuando se construyó la primera red de alcantarillado tal y como la conocemos hoy en día. A partir de ahí, se fue extendiendo al resto de países europeos y mundiales hasta ser algo totalmente masificado en gran parte de los países desarrollados.

Las redes de alcantarillado tienen una doble función: por un lado, evitan las inundaciones en caso de lluvias extremas, salvaguardando la integridad de viviendas y negocios que se encuentren en primeras plantas. Además, desde el punto de vista de la salud, este sistema ayuda a hacer desaparecer las aguas residuales, permitiendo que éstas sean tratadas y puedan volver a ser utilizadas en el futuro.

 

El problema del aumento de población para el alcantarillado

 

El crecimiento de la población está siendo muy grande en el último siglo. Esto afecta directamente a los desechos que hay que evacuar, ya que, lógicamente, cuanta más gente haya viviendo en una ciudad mayores serán los residuos generados. Por eso, es importante tener un sistema de alcantarillado que pueda soportar este crecimiento y que no esté expuesto a continuas averías, para lo cual hay que realizar mantenimientos periódicos y de calidad.

En este sentido, es importante mencionar también la gran importancia que tienen las plantas de tratamiento de aguas residuales en este proceso, así como el correcto cuidado de las mismas, ya que sin ellas no se podría reutilizar el agua que llega contaminada.